SOCIALIZANDO TODAS LAS VOCES: La droga y el robar me ganaron la primera batalla, pero no la guerra

La droga y el robar me ganaron la primera batalla, pero no la guerra

Ejemplo de superación:
La droga y el robar me ganaron la primera batalla, pero no la guerra

Nunca me voy a olvidar de esta enfermedad que me atrapó a mi y a los pibes de todo el barrio. Lo que viví con la droga me enseñó a robar y a tirarle la bronca a la policía, diciendo todos los días: larga vida para el ladrón y muerte a la yuta. Un día, entro a mi casa y mi mamá me decía: dejá de drogarte, de robar, de insultar a la policía; porque un día te van a matar y te van a dejar tirado en una acequia. Eso fue fuerte en ese momento, la escuché pero después me olvidé.

El transcurso de mi vida con robar y drogarme fue feo, de tanta sustancia no podía correr más de 3 minutos, porque me cansaba; no podía reapirar bien, cuando caminaba sentía que no sabía caminar, no podía tener control de mi propio cuerpo. En mi cara se me notaban los huesos, no pesaba ni siquiera 50 kg. Y eso que comía, comía pero nunca engordaba. Antes me sentía orgulloso de ser flaco.

Hoy en día estoy contento y feliz de dejar de robar, porque se que a la corta o a la larga termino perdiendo como yo perdí. Y también de dejar de drogarme, aún más feliz porque me siento más vivo que nunca. Estoy yendo a la escuela, estoy termindo el 8vo y estoy yendo a esdudiar lo que siempre quise, soldadura en la escuelita Soldando Sueños de la Casa Puente Afectivo de Marcelino Altamirano.

Hoy pienso de otra manera, quiero tener un futuro mejor para mí y mi familia. este cambio se lo dedico a mi mamá, que nunca me dejó de apoyar para que cambiara. Este mensaje se lo dejo a los pibes que está pasando por la droga, quiero decirles que éso no te sive de nada, no te ayuda, sólo te mata ese lindo placer que se dan. Y si quieren cambiar, nunca es tarde; busquen ayuda, no se queden callados, no piensen que al dejar de robar y drogarse te vas a hacer ni menos ni más hombre; vas a seguir siendo el mismo y los que se burlan de vos por cambiar, ésos no nos amigos, son giles que se creen más tumberos porque toman vino, fuman faso, ésos van a aparecer muertos por sobredosis. Porque es mentira que yerba mala nunca muere, todos mueren el día que tienen que morir, pero si te matás, no llegás a los 60 ni a gancho.

Gracias Marcelino Altamirano por haberme cambiado la vida.

Nicolás Alan Nieto Ávila

17 años

Casa Puente Afectivo