Técnicos de la ULE definen las cenizas volantes como «muy contaminantes»

 

De: Joan Marc Simon

 

 

Diario de León Astorga

Martes 22 Diciembre 2009

 

Técnicos de la ULE definen las cenizas volantes como «muy contaminantes»

Señalan que Valderrey recibiría las procedentes de térmicas de Asturias

 

El polígono industrial de Valderrey, en imagen de archivo.

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• La principal vía de entrada del material, la respiratoria18/12/2009

«Las partículas de las cenizas volantes son altamente contaminantes pues su alta área superficial permite su enriquecimiento en elementos traza, potencialmente tóxicos». Éste es uno de los comentarios que aparecen en un informe rubricado por los investigadores del Instituto de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Biodiversidad de la Universidad de León (ULE) Estanislao de Luis Calabuig -"catedrático de Ecología del centro-" y Paula Arroyo Hernández, alusivo a la posible instalación en Valderrey de una nave de cenizas volantes. El estudio, que menciona bibliografía científica sobre este material y la información aportada por la promotora de la nave, Fedilosa, señala que las cenizas volantes «pueden presentar contenidos elevados» de elementos como «arsénico, bario, cadmio, cromo, mercurio, plomo y selenio» que «tienen un impacto negativo sobre la utilización de las cenizas debido a sus potenciales efectos perjudiciales sobre el medio ambiente y la salud humana».

Efecto. El estudio, encargado por el colectivo de empresarios de la zona contrarios a la instalación de la nave de Fedilosa, señala que «la presencia de metales pesados en las cenizas volantes es [...] uno de los principales aspectos que confiere a éstas un potencial efecto perjudicial». Los expertos matizan que la documentación complementaria al proyecto de la promotora recoge «como en las citadas instalaciones únicamente se almacenaría» un tipo de cenizas que «no están consideradas en la lista europea de residuos como un residuo peligroso». Calabuig y Arroyo también señalan que Fedilosa ha planteado la nave de Valderrey como lugar de almacenaje de cenizas volantes procedentes de las centrales térmicas de Anllares (Páramo del Sil, León); Lada (Langreo, Asturias); Narcea (Tineo, Asturias) y Soto de Ribera (Ribera de Arriba, Asturias). Los técnicos no descartan, a la vista de la documentación consultada, que la planta albergara también cenizas de otras centrales «citándose al ejemplo las de La Robla y Compostilla», en León.