Estimadas y estimados: En algún momento me he puesto en contacto con ustedes, para consultarlas y consultarlos en relación con alguna nota que estaba preparando para "Clarín", donde trabajo. La buena respuesta recibida ha hecho que agendara las direcciones electrónicas. Pido disculpas por anticipado por utilizarlas esta vez para contarles sobre otro trabajo que he hecho, bien alejado de las temáticas que abordo en el diario, pero con la misma seriedad y, por la extensión, con mayor profundidad. Se trata de mi último hijo de papel, que acaba de salir por Editorial Planeta: El sheriff Vida y leyenda del Malevo Ferreyra Es un proyecto al que dediqué mucho tiempo y, sobre todo, muchísima pasión. Comencé a principios del '94, por mi cuenta, buscando comprender por qué un comisario torturador, recién condenado a cadena perpetua por un triple homicidio agravado con alevosía, que acaba de fugarse de los Tribunales con una granada en la mano, tenía semejante consenso popular. Y las explicaciones me llevaron a conocer y contar buena parte de la historia de Tucumán de los últimos 70 años. Inicié la exploración en el '94. Durante el '95 y parte del '96 viajé tres veces a Tucumán, completé la investigación, hice todas las entrevistas –incluidas charlas de varias horas con Ferreyra en la cárcel–, desgrabé casi todo, ordené y procesé toda la información, y armé un borrador del esquema del libro. Ya estaba por empezar a escribir cuando se cruzó otro libro. Pensé que la interrupción duraría de seis a ocho meses, pero el otro proyecto llevó tres años y medio, y terminé abandonando el libro del Malevo. Durante todos estos años seguí guardando cables y recortes sobre él, y sintiéndome culpable por no haberlo terminado. Hasta el 21 de noviembre de 2008, cuando Ferreyra preparó el último guión de su vida y convocó a Crónica TV. Desde entonces y hasta el 4 de agosto, cuando entregué los originales, no paré. Literalmente desempolvé carpetas y biblioratos, releí todo ordenadamente, reinvestigué, volví a Tucumán, y escribí sin pausa desde enero. Nunca fui tan feliz escribiendo un libro como con éste. Salió algo más complejo que una biografía contextualizada. Ferreyra era un hombre de campo, venía de una familia de cañeros, y tanto su infancia y adolescencia como la historia de su familia conforman un paradigma para contar buena parte de la historia del azúcar, que es casi como decir de Tucumán. A veces del lado de las consecuencias, otras del lado de las causas, el Malevo atraviesa los hechos más significativos de la provincia. Y en el camino se cruza, se entrevera o se roza con personajes famosos, como los Gardelitos, el Mono y la Chancha Ale (el actual presidente de San Martín de Tucumán, quien está detrás del secuestro de Marita Verón), Bussi, el Chiche Aráoz, el Comando Atila (un grupo parapolicial en ¿plena? democracia), y otros especímenes increíbles. La verdad, disfruté muchísimo separando el mito del personaje, y éste de la persona, y sorprendiéndome con los desenlaces que me deparaba cada pista. Si quieren conocer más detalles sobre el libro, pueden entrar aquí. He trabajado muy duro, con mucho respeto y durante mucho tiempo en este proyecto, y creo que se merece al menos la oportunidad de ser conocido. Como la editorial no prevé invertir un centavo en publicitar El sheriff, recurro a ustedes: en primer lugar, para darles a conocer mi libro; y también para pedirles que me ayuden a difundirlo entre los amigos y los conocidos. La pequeña ventaja es que este libro no se desactualiza, y el personaje del Malevo no perderá su atractivo. Confío en el boca a boca y en que, si yo misma estuve fascinada analizando y escribiendo, los lectores probablemente también lo disfruten. Ojalá les den ganas de leerlo, y ojalá les guste. Si es así, por favor, háganmelo saber y, además, cuéntenselo a otras personas. Con mi agradecimiento por anticipado les envío un saludo cordial Sibila Camps |
El sheriff-LIBRO
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