EL MARTÍN FIERRO -
UN SENDERO PARA EL DESARROLLO INTERIOR -
José Hernández, con la síntesis de un sabio, expresó para toda la humanidad su mensaje en lenguaje gauchesco, en octosílabos. Se valió de conocimientos universales, integrando el diagrama bíblico del Antiguo y Nuevo Testamento, al que vinculó con las dos partes de su libro, la Ida y la Vuelta; pero a su vez, con conocimientos profundos de la sabiduría pitagórica y además, tuvo en cuenta a la obra cumbre de Sta. Teresa de Jesús, titulada "Las Moradas". Esto le permitió dejar para las futuras generaciones, un mensaje encriptado, el cual todavía hay que seguir descriptando, hasta hallar todos los diamantes de sabiduría universal en él insertos; como este: Las coplas me van brotando como agua del manantial (referido al fluir del Amor Divino o Universal). La misma tiene total vigencia, porque las obras de estas características, no quedan sujetas al tiempo y el espacio, por estar basadas en la revelación. Por lo tanto, es una distinción poder compartir estos conocimientos con el lector y hago propicio el momento para invitarlo a seguir profundizando en el saber respecto a ¿quienes somos?, ¿de donde venimos? y otras preguntas que nos llevarán por el camino del Conocimiento.
A ver si de este sueño me despierto
Evolución es alcanzar la realidad trascendente, desde el devenir cotidiano de la existencia. Proceso que sólo puede ser comprendido, cuando observamos en todas las cosas, la interacción entre lo eterno y lo temporal. Sólo entonces, la dinámica evolutiva de la conciencia, nos permite abordar a la verdad, sin la contaminación que le impone la dependencia y el condicionamiento. La sincronicidad entre las almas jerarquiza el encuentro, y la revelación habla por sí misma. La clave consiste en observar y luego actuar, como así, primero sentir y luego pensar; para que la Voz del Silencio (Atención pido al silencio y silencio a la atención...) guíe a nuestra alma (la Cautiva) por el labertinto de la existencia, hasta liberarla por completo de la prisión del egocentrismo. Sabiendo que si no tenemos en cuenta al prójimo, nos será imposible colaborar con el Plan Divino. Y al decirnos: Los hermanos sean unidos..., nos está invitando a globalizar la solidaridad y amor, como punto de partida de la convivencia pacífica. El Martín Fierro de José Hernández, es un manual del guerrero, en la Ida, uno combate contra enemigos imaginarios o reales pero fuera de sí mismo y por la fuerza de la crisis, inicia su Vuelta, con el despertar de la conciencia; para luego, realizar la Revolución Interior, donde el guerrero se hace Guerrero, al vencerse a sí mismo y entonces, cesa el combate, para que la Paz, sea un hecho posible. La obra no es un juego de di-versión, sino por el contrario, está basada en la posibilidad de re-crearnos, transformándonos en precursores de precursores, al servicio de la Nueva Humanidad.
Néstor Hugo Almagro
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Opinión de la Lic. Verónica Oyanart acerca de la obra
Revelaciones bajo lo aparente
El célebre Martín Fierro de José Hernández, es el punto de partida de Néstor Almagro para El Martín Fierro -Un sendero para el desarrollo interior-. A través de una singular lectura e interpretación del clásico argentino, el autor -como parte de una revelación- aborda en esta obra los versos gauchescos y se anima a indagar más allá de lo aparente. De este modo, detrás de la ruda belleza de los octosílabos de Hernández, Almagro halla un mensaje tan humano como espiritual, cuyo propósito es elevar la conciencia del ser. El autor descubre también aquí el pensamiento transdisciplinario que signó al creador de Fierro, cuyas palabras trascendieron el siglo XIX y el también el milenio, para instalarse con sorprendente actualidad en nuestro tiempo; aquejando por la desazón y la pobreza interior.
El texto integra y revisita a Jidhu Krishnamurti, Pitágoras, Lao Tse, Harish Johari, Rudolf Steiner, Atahualpa Yupanqui, Randolfo López Barboza, Eilan Itarte, el arte pictórfico de El Bosco, las Sagradas Escrituras, El Tao Te King y saberes del Antiguo Egipto. Un lugar destacado está dado por las referencias a la obra cumbre de Sta. Teresa de Jesús, Las Moradas. No obstante, el mayor acierto de El martín Fierro -Un sendero para el desarrollo interior-, es desbrozar la simbología encriptada, en el camino errante transitado por el gauho a lo largo de los cuarenta y seis capítulos de la saga de José Hernández. En éste significiativo sendero, cobran relevancia las figuras de Cruz, la Cautiva, los hijos de Fierro, el Viejo Vizcacha. Picardía y -especialmente- el Moreno, como también los diferentes escenarios: el desierto, la cárcel, en la que padece el hijo mayor de Martín Fierro, la frontera, entre otros. Estos hitos conducen sucesivamente al personaje a través de siete estadios superadores de la conciencia. Martín Fierro sólo se ampara en Dios y finalmente asegura: "Mas naides se crea ofendido/ pues a ninguno incomodo/ y si canto de este modo/ por encontrarlo oportuno/ no es para mal de ninguno/ sino para el vien de todos". Sin embargo, no sólo el protagonista es quien se ve transformado, sino que la propuesta de Néstor Almagro, también hace mella en el lector de una manera tan intensa, como insospechada.
Lic. Verónica Oyanart
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