INCINERACIÓN VS. BASURA CERO- ENERGÍA Y CLIMA



Incineración vs Basura Cero: energía y clima
Las tecnologías sucias no pueden limpiar el desastre climático


A la luz de la crisis climática, las industrias incineradora y de rellenos sanitarios están tratando de limpiar su reputación y aumentar sus ganancias “maquillando” el tratamiento de residuos como si fuera una fuente de energía renovable. Utilizando nombres como “valorización energética”, gasificación y plasma, han ganado acceso al dinero destinado a políticas de promoción de energía renovable y a algunos programas “verdes”. Se está alentando la construcción y expansión de proyectos de disposición sumamente costosos, contaminantes y nocivos para el clima, y obstruyendo los esfuerzos para reducir la generación de basura y detener el cambio climático, justificando y promoviendo un modelo de consumo absurdo y prescindible, que según algunos miembros del IPCC está en las bases causales del cambio climático.

En Argentina, el modelo de enterramiento masivo en “rellenos sanitarios” ha probado ser un fracaso y una fuente de contaminación y problemas para la salud. Sin embargo, este modelo sigue siendo promovido en todo el país, ahora con financiamiento del Banco Mundial y la posibilidad de obtener “bonos de carbono” con la captación de metano de los mega rellenos sanitarios. Como si esto fuera poco, se está promocionando también la instalación de incineradores para “recuperar” energía a partir de los residuos sólidos urbanos.

La verdad es que los incineradores emiten por sus chimeneas más CO2 por unidad de electricidad generada que las centrales alimentadas con carbón, y los rellenos sanitarios son una importante fuente de emisión de metano a la atmósfera, la principal en Estados Unidos. Si este metano se recupera para vender bonos de carbono igualmente se emiten otros contaminantes a la atmósfera, por lo que el método no debiera usarse dentro del MDL. Los incineradores y rellenos sanitarios se alimentan de aquellos recursos que deberíamos estar reutilizando, reciclando o compostando, como papel, restos de comida, vidrios y aluminio, y contrarrestan los esfuerzos para reducir la generación de desechos en primer lugar. Además destruyen los insumos que abastecen a numerosas fuentes de trabajo derivadas de la recuperación de materiales, aumentando así los problemas generados por la pobreza. La emisión de energía presuntamente “limpia” impulsa el mayor uso de aparatos eléctricos con el consiguiente aumento de basura electrónica altamente contaminante.

La industria de la basura aumenta sus ganancias con la crisis climática

Además de devorarse las millones de toneladas de recursos que se disponen en el mundo anualmente, las industrias de incineración y rellenos sanitarios se están apropiando del dinero destinado a promover la energía renovable, la reducción de la basura y las verdaderas soluciones climáticas. No se debe desperdiciar un centavo del dinero público en tecnologías que aumentan el calentamiento global, como los incineradores y rellenos sanitarios.

El cambio climático requiere que profundicemos la reducción, reutilización, reciclaje de la fracción inorgánica y el tratamiento total de la fracción orgánica mediante biodigestores anaeróbicos o compostaje aeróbico como una vía para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de energía—y que pongamos fin a la incineración de residuos.

Prevenir la generación de residuos mediante un consumo responsable y reciclar ahorra energía y evita la emisión de gases de efecto invernadero porque:

• Evita a los incineradores y sus emisiones. Los incineradores destruyen el clima al emitir gases de efecto invernadero. Como muestra un reciente estudio europeo, cuando se consideran todas las emisiones de carbono que salen de las chimeneas de los incineradores, éstos emiten muchos más gases de efecto invernadero por kilowatt hora de electricidad generada que las centrales térmicas que operan con carbón.

• Reduce las emisiones de los basurales. Si los residuos orgánicos se tratan integralmente mediante biodigestores anaeróbicos o se mantienen separados para su compostaje no se genera metano en los basurales.

• Reduce el uso de energía. El tratamiento integral de los residuos sólidos urbanos ahorra energía: la cantidad de energía necesaria para fabricar productos a partir de materia prima virgen es mucho mayor que la energía que se necesita para fabricar esos productos a partir de materiales reciclados. Por ejemplo, la cantidad de energía derrochada por no reciclar latas de aluminio y acero, papel, materiales impresos, vidrio y plástico en Estados Unidos equivale a la producción anual de 15 centrales térmicas de tamaño mediano.

• Dejan el carbono en los bosques. La deforestación genera el 25 por ciento de las emisiones de carbono a nivel mundial, y la industria de pulpa y papel representa el 10 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), lo que la convierte en la cuarta fuente de emisión de GEI. Si se reduce el consumo de papel y se aumenta el reciclaje, se preservan más árboles y más bosques nativos (que conservan una gran cantidad de carbono). A pesar de esto ¡la industria incineradora promueve falsamente la combustión de papel como un recurso sustentable!


Como se muestra en el cuadro, reducir la basura es incluso más efectivo energéticamente que reciclarla. Esto significa que reducir la generación de residuos previene la emisión de más gases de efecto invernadero que el reciclaje, pues éste no reduce la cantidad de basura generada.


La incineración destruye el clima

Algunos incineradores generan energía, las llamadas plantas de “valorización energética” o incineradores con “recuperación de energía”. Pero dado que la prevención y el reciclaje de residuos ahorran este recurso, la energía que se genera con la incineración de residuos es baja comparada con la que se ahorra reciclando y reduciendo la generación de los mismos materiales. Por ejemplo: reciclar, en lugar de incinerar, papel mezclado ahorra 9 veces más energía. Incinerar plástico genera casi 3 veces más gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida que reciclar este material. ¡Reducir las computadoras ahorra 1.700 veces la energía que se puede generar incinerando computadoras desechadas!

Pensemos en el ciclo de vida de las cosas que usamos y desechamos para tener el cuadro completo. Por cada producto que se incinera o se dispone en un relleno sanitario, se debe fabricar un nuevo producto a partir de materia prima virgen, en lugar de fabricarlo a partir de materiales reutilizados. Esto significa que se deben minar, talar, agotar, procesar y transportar más recursos naturales en todo el mundo— lo que derrocha una alta suma de energía y genera una cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero innecesaria. El consumo de productos fabricados lugares lejanos a sus centros de consumo implica un gasto extra de energía. La creación de economías locales ligada a la recuperación reduce estos impactos.

Basura Cero para Calentamiento Global Cero

El cambio climático demanda que se apliquen políticas y programas que apoyen el objetivo Basura Cero con profundos cambios actitudinales como una estrategia clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es necesario que el presupuesto destinado al manejo de residuos se aplique de un modo estratégico, y se concentre en reducir cada vez más la disposición final de residuos sólidos urbanos sin utilizar la incineración.




Coalición Ciudadana Anti-Incineración

http://www.noalaincineracion.org/

Foro del Buen Ayre

http://www.foroba.org.ar/

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