Mis inquitudes intelectuales frustradas




Queridos parientes y amigos:
Lamentablemente mi ilusión de un curso formal en una universidad nacional duró (como dice Sabina) "lo mismo que unos trozos de hielo en un whisky on the rocks".
Lo que pasó fue lo siguiente:
Mi inquietud por seguir un curso sobre Medio Ambiente data de hace ya bastante tiempo, pues pese a que en los últimos 10 años me he abocado a leer todo lo que encontré, tanto en libros, revistas e Internet sobre Química. Mineralogía, Geología, Minería, Ecología, Medio Ambiente, Explotación de Recursos No Renovables en todo el mundo, Calentamiento Global, Agua, Glaciares, Salud Humana, Contaminación,  Legislación sobre Minería, Medio Ambiente y Manejo de Productos Tóxicos, y otros temas relacionados con esta problemática, además del hecho de haber escrito mas de una docena de libros (de los cuales 5 son sobre Minería y Medio ambiente) y participado en muchos eventos sobre estos temas, tanto en mi país como en el extranjero, me seducía la idea de contar con un aval universitario que certificara que todos estos conocimientos adquiridos en forma autodidacta, respondían a una realidad intelectual mía, que pudiera ser exhibida formalmente ante mis detractores.
El año pasado luego de una frenética búsqueda por todos los campus virtuales de las universidades del país, encontré que la UTN (Universidad Tecnológica Nacional) de San Francisco (Córdoba), dictaba un curso a distancia sobre Enseñanza en Ciencias del Ambiente, que duraba dos años y que tenía un costo razonable para mis exiguos ingresos de jubilado argentino y mi economía de esos momentos.
De inmediato me puse en contacto con ellos y comencé el largo peregrinaje burocrático (vacaciones de por medio) hasta que finalmente a finales de abril pasado, fui aceptado como alumno de dicho curso virtual.
El problema surgió al momento de tener que girar el importe de la inscripción y la 1ª cuota de los aranceles, ya que las mismas se habían incrementado en un 100% respecto a lo que se abonaba cuando yo inicié los trámites (en 2010) y por otro lado todos los servicios e impuestos se duplicaron o triplicaron, la inflación real rondaba el 40/50% y mi jubilación solo experimentó un aumento de un 17% en el mismo lapso.
El resultado fue que debí renunciar a mi postulación para dicho curso y con mucho pesar veo que no puedo pagar lo que a un puntero político le dan por llenar un colectivo con gente para que vayan a hacer número en una reunión de los "manda mas" de turno.
Les juro que lloré al escribir mi renuncia a la universidad, lloré de rabia e indignación, porque veo que se malgastan nuestros impuestos en asistencialismo político y que las inversiones en capacitación y desarrollo intelectual son "puro cuento".
Un abrazo
José Jorge Aldecoa Davies
San Isidro, Mayo de 2011

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