EQUILIBRIO DE PODERES Argentina estructuró el Gobierno Federal con el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, siguiendo el ejemplo de la Constitución de EEUU, donde existe independencia y equilibrio entre los tres poderes, pero por razones históricas, culturales o coyunturales, los constituyentes consideraron que nuestro sistema presidencial debía ser "fuerte", con lo que alteraron el equilibrio de los poderes, el federalismo y el orden democrático. La Constitución otorga al Presidente atribuciones cercanas al absolutismo, ampliadas con las delegaciones legislativas al P. Ejecutivo por emergencias. El P. Legislativo tiene la atribución de controlar al Ejecutivo, sustentado en dictámenes de la Auditoría General de la Nación, los que parlamentariamente son cajoneados. El Presidente hace y deshace sin control y; con mayoría parlamentaria subordina al Legislativo. El Gobierno debe ser del pueblo, por medio de sus representantes en el Parlamento y éste designar al ejecutor de las políticas, controlarlo y remplazarlo si las incumple. En el Consejo de la Magistratura, el Presidente tiene los votos para designar, amenazar y remover jueces, politizando la justicia e impidiendo su independencia. Deben eliminarse en su integración, los miembros políticos. El equilibrio de Poderes es una ficción. El pueblo, en el Parlamento, es el que debe decidir las políticas y controlar su ejecución. 02/08/10
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