Greenpeace exige al Ministerio de Sanidad que actúe con firmeza frente
a la contaminación por bisfenol-a
Ante las nuevas evidencias sobre su peligrosidad, varios países han
prohibido esta sustancia presente en algunos envases y biberones
13 abril 2010
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Greenpeace pide un cambio en la leyes europeas sobre los productos químicos
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España — Tras la aparición de nuevas evidencias científicas que
demuestran la toxicidad del bisfenol-A (BPA), incluso en dosis más bajas
de las recomendadas hasta ahora, Greenpeace exige al Ministerio de
Sanidad que adopte medidas preventivas urgentes para evitar la
contaminación por esta sustancia que se encuentra en algunos envases y
biberones.
Estos datos han llevado a países como Dinamarca a prohibir
provisionalmente su uso en envases de alimentos y bebidas y el Senado
francés también ha pedido que se suspenda la producción de biberones que
contengan bispenol-A y ha prohibido su venta y exportación hasta que la
agencia de seguridad alimentaria francesa realice una evaluación.
El BPA se encuentra en biberones fabricados con policarbonato y envases
alimenticios (recubiertos con resinas epoxi), y es susceptible de
transmitirse a los alimentos, que se convierten así en fuentes de
contaminación directa. En 2005, Greenpeace detectó esta sustancia
incluso en cordón umbilical [1], lo que es especialmente preocupante
puesto que implica una exposición temprana de los fetos a este tóxico.
Varios estudios científicos han vinculado el Bisfenol-A con el cáncer de
mama, el de próstata, los problemas cardiovasculares o la diabetes. Dado
que se trata de un disruptor hormonal y que se comporta como un
estrógeno artificial, incluso pequeñas cantidades de esta sustancia
pueden afectar al desarrollo sexual, especialmente si la exposición se
produce en fetos o bebés.
Actualmente, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) está
revisando las nuevas evidencias científicas sobre la peligrosidad del
BPA para la salud. Aunque hasta el momento ha sido muy conservadora al
respecto, y no ha tenido en cuenta los efectos a bajas dosis de este
disruptor hormonal, lo que no está impidiendo que los países adopten
medidas preventivas de forma unilateral. En este momento, en aplicación
del principio de precaución, la Agencia Española de Seguridad
Alimentaria y Nutrición debería promover una prohibición temporal.
"Greenpeace espera un comportamiento responsable por parte de las
autoridades españolas y que adopten medidas preventivas inmediatas al
igual que lo están haciendo sus socios europeos", ha declarado Sara del
Río, responsable de la Campaña de Contaminación de Greenpeace. "La
alerta científica sobre el bisfenol-A comenzó hace 20 años, ¿cuántas
pruebas más son necesarias para empezar a proteger a los ciudadanos
contra esta sustancia y evitar que bebés y niños se sigan
contaminando?", se ha preguntado del Río.
*Nota: *
*[1]:Resumen del estudio en español: *
http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/resumen-del-informe-un-regalo.pdf
*Informe en inglés:*
http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/un-regalo-para-la-vida.pdf
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