De: Daniel Fabián Chaves
Mis estimadas/os:
Estoy pensando seriamente en la posibilidad de desearles felicidad para todos. Felicidad, que no es poca cosa en los tiempos del arte de odiar al prójimo por el simple hecho de ser diferente.
Felicidad amigos. Felicidad compañeros. Felicidad, colegas.
Sonrisas gratis, independientemente de la fecha en sí, las lamentables religiones quizás, o vaya uno a saber cuántas razones que habitualmente solemos manipular para intentar impedirnos sonreir apaciblemente.
Felicidad, frente al diluvio. Por que con tristeza, acabaremos por inundarnos todos. Fortaleza, por que frente al discurso de la muerte, tenemos que construir vida. Con cimientos sólidos, y no con la debilidad de los castillos de arena.
Y economía de palabras. Por que frente a los grandes discursos de los sofistas (que siempre están basados en falacias), el pueblo debe avanzar con sencillez, y con acciones. Que necesitan brazos hermanados, y no tanto palabrerío.
Para todos, y por todos, en estas fiestas cobijaré un reconfortante respeto y cariño por lo muy importantes que son, con los actos que ejecutan en sus vidas, a favor del prójimo, y en un verdadero enaltecimiento de la vida, que se distingue con tan bellos seres humanos trabajando por un mundo más digno de ser vivido.
Un abrazo de oso polar para todos, y adelante, por que como diría Vox Dei, "Este no es el final. Acá no termina. Acá empieza".
Daniel Fabián Chaves
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