Historia de Amor de 2 Cacatúas



Una historia de amor, compasión, amistad y fidelidad

Por Julius Berg


Hace unos 8 años una cacatúa salvaje de Australia voló en un auto y 
se rompió un ala. 
El automovilista la llevó al veterinario en Nerang, Queensland, donde 
tuvieron que amputarle el ala. La adoptamos -para lo cual necesitamos 
el permiso de Parques Nacionales y Vida Silvestre- y la pusimos en una 
jaula afuera, donde era visitada frecuentemente por cacatúas silvestres. 
Una de las cosas que nos impresionaron era ver cómo ella empujaba las 
hojas de lechuga a través de los barras de la jaula, ofreciendo comida a 
los visitantes.




El domingo 23 de julio 2006, ella tuvo un nuevo visitante.



Él pasaba mucho tiempo sentado en la jaula cuya puerta estaba trabada.


Había mucha charla y galanteo.

Un macho debe ser agradable a la hora de cortejar una hembra!


Las cosas se pusieron interesantes cuando él se acercó a la puerta principal.


El pájaro, listo, ¡descubrió cómo abrir la puerta!


Él abrió la puerta para acicalarse mutuamente y compartir la comida ...


¡Qué lindo! "Rascame un poquito más en ese lado, querida".


Él no era tímido para entrar a la jaula; entraba y salía varias veces.


Ellos se aparearon! Sólo quedaba esperar hermosos bebitos cacatúas.


Más tarde, integrantes de la familia vinieron a visitarlos.



Debido a que ella sólo tiene un ala, se quedaba dentro de la jaula o 
se sentaba arriba.

Los bebés


Al principio él parecía molesto y graznaba mucho porque ella no se iba volando 
con él. Pronto se dio cuenta de que ella no podía volar así que él decidió
quedarse a su lado. Sin embargo, ella no volvió a la jaula.
Los dos permanecían en los árboles de nuestro jardín y estaban seguros,
lejos de los perros. Pero el gato del vecino no se quedaba dentro por la noche;
a menudo debíamos correrlo porque los gatos pueden acechar fácilmente
a un pájaro durmiendo en tierra.

Las cacatúas hacen sus nidos en troncos huecos pero notamos que el macho
se esforzaba cavando un agujero debajo de un grupo de árboles de Lilly Pilly
(cerezas de Australia). Pusimos un tronco hueco en el suelo para ellos,
pero lo ignoraron. El nido que él cavó era un agujero con un corto túnel que
conducía adonde ella puso sus huevos. En cuanto los huevos estuvieron en el nido,
el macho se puso extremadamente agresivo. Mejor no andar cerca del nido
porque él podía picotear nuestros pies.
Era difícil tomar fotos mientras me escapaba corriendo del macho.





Hicimos vigilia para ver cómo progresaban las cosas. 
Tomaron turnos para incubar los huevos y cubrir el túnel. 
Después de cerca de 3 semanas, nacieron los pichones.
En la foto se ve un pedacito de pelusa amarilla.


Cuando los papis cacatúas dejaban el nido, tratábamos de echar un vistazo
pero a las corridas porque el papá nos perseguía.


Segunda toma alrededor de los árboles de Lilly Pilly.



Espero que fueran lindos para la madre,
pero en esta etapa parecen bolas rosadas con pelusa amarilla.


Están creciendo rápido y si el papá lo permite, intentaré conseguir más fotos
mientras crecen, para compartirlas con ustedes.

El libro

La historia de las 2 cacatúas comenzó con los emails que le enviaba a amigos y
familiares. Mi hija Juliet, nos llamó por teléfono desde su casa en Nueva Zelandia
diciendo que le encantaba la historia y que habría que publicarla como libro para niños.
Pero no soy escritor ni había bastante material.
Juliet no era la única. Pronto recibí emails de todo el mundo donde la gente sugería
lo mismo. Hablé con Col Stringer, un pastor que vio el mensaje universal de amor y
fidelidad que él predica, así que lo publicó en forma de librito económico de 44
páginas con la historia y las fotos.


Esta es la tapa









La contra tapa









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