Nadie te regala nada nunca

 
Estoy cansado de decirlo en voz baja, en voz alta, con un silencio amable, con un silencio feroz, con las manos abiertas, con el fuego de las noches rotas, con la prisa de los árboles enamorados... el mundo y la vida es maravillosa a pesar de la gran cantidad de terroristas e indeseables que nos gobiernan, que nos intoxican y envenenan con sus patrañas y zafiedades...
 
Luchar contra las hordas terroristas que desgobiernan y condenan a la miseria, al dolor, a la pobreza al 90 por ciento de la población mundial... significa, simple y claramente, que necesitamos urgentemente querer vivir con la debida y necesaria dignidad TODOS Y CADA UNO DE LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA REAL.
 
El imbécil que piense que los derechos y beneficios que tiene ahora son fruto de la nada o concesiones gratuitas, realmente demuestra que es un perturbado, un tonto útil, un descerebrado...
 
La jornada de 8 horas, las vacaciones, el derecho a la educación... son derechos logrados gracias al sudor, a la sangre derramada por miles, por millones de activistas y trabajadores compremetidos...
 
Nadie nos regala nada, ni siquiera una sonrisa, un abrazo. Hay una secreta ley de la reciprocidad que debemos cumplir siempre. Aquellos que se crean las mentiras y barbaridades que difunden los medios de comunicación, están demostrando que carecen de autoestima y dignidad para vivir como seres libres y conscientes.

 Evidentemente ese tipo de personajes, que se dejan manipular, no son dueños ni de su piel ni de sus pensamientos, emociones, palabras... son los nuevos "muertos vivientes", esos que votan religiosamente a otro tipo de descerebrados, esos doctos descerebrados que tienen un primo que habla del tiempo y del cambio climático, mientras bebe compulsivamente copas de buen vino, a la par que engulle varias tapas, cocinadas según las normas del diseño tan en boga en los círculos cursis y ñoños... 
Nadie en su sano juicio puede desdeñar y renunciar a vivir su propia y única vida con dignidad, gozando de sus privilegios y dones. Merece la pena vivir y soñar en un mundo, en una vida cotidiana mejor, pero para ello, hay que dejar de llevar camisetas del Che, dejar de ver y escuchar a las bandas terroristas que dirigen los telediarios y las emisoras de radio tradicionales...
 
La revolución empieza en tu cama, en tu cocina, en tu forma de vestirte, en tu forma de mirar, en tu manera de pensar y de hablar...
 
Aprender a ser tu propio DIOS, tu propio héroe, tu propio sueño, tu propia realidad, tu propio presente... es la misión de cualquier ser que realmente desea ser dueño y señor de su piel.
 
 
 
Antonio Marín Segovia
 
VALENCIA AMABLE
 
http://www.quediario.com/blogs/13746/
 
 
 
marsegan2007@hotmail.com
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario