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Allá por la década de los 70´cuando aquí en la Argentina, más precisamente en nuestra zona de Entre Ríos, existían los teléfonos a magneto (aquellos que había que darles un manijazo para que la operadora los atendiera) o sino la odisea de querer comunicarse hacia afuera de la ciudad, dependíamos de la amabilidad de un grupo de mujeres que con un par de cables con clavija nos enlazaban después de esperar un par horas para ello, situación que existía en los comienzos de los 80´; mientras tanto en el primer mundo-Estados Unidos y Europa- en el año 1946 ya se hablaba de telefonía móvil; a finales de los 60´, comienzos de los 70´ya existían los primeros sistemas de telefonía celular hasta llegar al día de hoy. Pero a la par de esto comenzó el estudio sobre las ondas electromagnéticas y los daños que estas producían.
Allá por la década de los 70´cuando aquí en la Argentina, más precisamente en nuestra zona de Entre Ríos, existían los teléfonos a magneto (aquellos que había que darles un manijazo para que la operadora los atendiera) o sino la odisea de querer comunicarse hacia afuera de la ciudad, dependíamos de la amabilidad de un grupo de mujeres que con un par de cables con clavija nos enlazaban después de esperar un par horas para ello, situación que existía en los comienzos de los 80´; mientras tanto en el primer mundo-Estados Unidos y Europa- en el año 1946 ya se hablaba de telefonía móvil; a finales de los 60´, comienzos de los 70´ya existían los primeros sistemas de telefonía celular hasta llegar al día de hoy. Pero a la par de esto comenzó el estudio sobre las ondas electromagnéticas y los daños que estas producían.
Cuando el Dr. Jerry Phillips conocido investigador de la telefonía movil de EE.UU. daba a conocer los daños que producían, en el año 1995 MOTOROLA salía al cruce para minimizar los estudios de los efectos encontrados. Fué llamado por el Dr. Mays Swicord, director de investigaciones de MOTOROLA obligándolo a decir que no traían consecuencias fisiológicas.
Cuando en 1990, Narendrah Singh encontró daños en el ADN de las células cerebrales de ratas expuestas a señales de microondas, un nuevo alto ejecutivo de MOTOROLA salió a poner dudas sobre la investigación (leer más en http://www.emf.health.com/ ).
Como se puede apreciar siempre aparece el poderoso Sr. Don Dinero.
Lo más triste es con que liviandad la COMISIÓN NACIONAL DE COMUNICACIONES dá un informe, con pícaras mediciones (porque son realizadas en horarios de escaso tráfico, donde se saben encontrarán mínima potencia de transmisión y sobre todo debajo de las antenas). realizadas en Paraná, Entre Ríos, garantizando que las antenas de telefonía celular no son nocivas para la salud.
(Semanario Análisis de la Actualidad-14/02/2008- http://www.analisisdigital.com.ar/ .
Lo mismo sucedió en Victoria, Entre Ríos, diario Uno- http://www.unoentrerios.com.ar/ página 6 del 14/02/2008.
A dónde se quiere llegar, cuando en el primer mundo los científicos vienen demostrando con hechos la realidad. Aquí, en Argentina con PÍCARAS MEDICIONES se los quiere esconder.
¿Será que se mudó a la Argentina ese señor poderoso de apellido DINERO?.
¿TENDREMOS DERECHO AL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN?.
¿TENDREMOS DERECHO AL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN?.
Edgardo Luis Quinodoz-miembro de ong VIDA-
Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina-
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