La coordinadora de plataformas antiincineración de Gipuzkoa ha mostrado hoy su "total desacuerdo" con la autorización medioambiental que da luz verde a la construcción de la planta de quema de residuos y ha acusado al Gobierno Vasco de "desoír la voz" de quienes se oponen a este sistema.
Este colectivo señala en un comunicado que la Consejería de Medio Ambiente no ha contestado a las 1.400 alegaciones que presentaron contra la incineradora y "ni siquiera se ha dignado a dar una explicación".
Opina que la decisión de este departamento "nada tiene que ver con la preservación del medio ambiente", sino "con intereses económicos".
Se pregunta cuántos sistemas de "puerta a puerta" se podrían instalar con los 400 millones de euros que va a costar "semejante monstruo" y asegura que los datos del municipio de Usurbil, donde funciona ese método de recogida de materia orgánica, demuestra su "idoneidad".
Por su parte, Aralar ha reclamado una moratoria para estudiar "con más detenimiento" las distintas posibilidades de eliminación de residuos.
Este partido critica en una nota de prensa el "empecinamiento" de la Diputación de Gipuzkoa por construir la planta de quema de residuos, una instalación que califica de "contaminante y obsoleta", que "exige una inversión desmesurada" y que "en pocos años estará caduca".
La portavoz de Aralar en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rebeka Ubera, ha reiterado su propuesta de tratamientos térmico-dinámicos de la basura y pequeñas plantas de gasificación como alternativa a la incineradora, pues afirma que permitirían "unos niveles de reciclaje mucho más altos, sin apenas contaminar y generando al mismo tiempo energías renovables".
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