Sismo en Yaciretá

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      Amigos:
De esto muy poco se habla, mucho menos los sectores oficiales involucrados: Ente Binacional Yaciretá (EBY), Ministerio de Defensa, Secretaría de Recursos Hídricos, etc.
Talvez no sea nada o talvez sea mucho, hay que estar alertas y si tienen alguna información les ruego me la pasen, estoy dispuesto a que empecemos a cerrar una verdadera red de asistencia educativa y solidaria, quienes estén dispuestos a integrarla  tienen como compromiso buscar ampliar los datos que se aportan.
Un abrazo a todos.
Carlos Seara
SISMO EN LA REPRESA DE YACIRETÁ



El 10 de noviembre de 2009 a las 14 hs. 40 min. 52 seg. se inició un sismo de 3,5º en la escala Richter, ubicándose el epicentro a 20 kms. al norte de la represa de Yaciretá en pleno lecho del río Paraná.
Las agencias de noticias y los organismos oficiales nada informaron respecto del movimiento ocurrido ni tan siquiera, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica, INPRES.
Este tipo de perturbación es, prácticamente, desconocido para la región y tendríamos que remontarnos al año 1948 para encontrar en las proximidades un disturbio de estas características. En aquella oportunidad el sismo se hizo sentir en Goya, Curuzú Cuatiá y Montecaseros (Corrientes), con una intensidad de 5,5º de la escala Richter, sin que se reportaran víctimas o daños.
En el caso de Yaciretá, al margen del susto de los pobladores de las villas vecinas, la rotura de algunos vidrios en el barrio San Martín de la ciudad  de Ituzaingó (el barrio de las 1.000 viviendas), no hubo que lamentar daños, ni víctimas, así lo manifestó el intendente de Ituzaingó Sr. Valdez, tomándoselo como un hecho aislado sin vinculaciones aparentes, con otros de mayor escala acontecidos a nivel continental.
Debe recordarse que en el año 1948 no estaban construídos los grandes embalses de la Cuenca del Plata, tampoco Brasil había desarrollado su monstruosa infraestructura hidroeléctrica con esas enormes acumulaciones de agua como Itaipú, Ilha Solteira, Tres Irmaos, Urubupungá, etc.. Hoy, las condiciones han variado sustancialmente y deberá ponerse mucha atención a lo que suceda en el  futuro.

¿QUÉ  TIPO DE SISMICIDAD CONOCEMOS?

Estamos acostumbrados a los temblores de tierra naturales donde encontramos dos tipos característicos: los violentos a muy violentos, de ocurrencia en los bordes de las placas tectónicas llamados sismos de interplaca (los de Haití y Chile) y otros de menor intensidad, salvo rarísimas excepciones, denominados sismos de intraplaca (los temblores a los que nos tiene acostumbrados nuestras serranías cordobesas) que suceden dentro de una placa cuando parte de ella o bloques aislados se desestabilizan. Estos últimos poseen una íntima relación con el equilibrio isostático que para la Geología es, ni más ni menos, un equilibrio dinámico donde el eje del movimiento es el sistema erosivo, éste a lo largo del tiempo se encarga de degradar las partes elevadas y rellenar las deprimidas, lo cual exige que permanentemente todo el conjunto  esté compensando las cargas, por un lado, y las descargas por el otro..
No hace mucho, ha comenzado a estudiarse un fenómeno nuevo surgido a partir de acciones humanas, como las grandes acumulaciones de agua en embalses o la disposición de volúmenes muy importantes de rocas de desecho (escombreras), en los megaemprendimientos mineros.
A esta sismicidad se la denomina sismicidad inducida y es producto de sobrecargas, en un determinado lugar, impuestas artificialmente por la actividad humana.
A este respecto recuerdo una publicación del año 1992 del diario Clarín, titulada: "cuando el hombre fabrica terremotos".

CUALES SON LOS ANTECEDENTES DE YACIRETÁ Y,…ELLOS, TENDRÍAN ALGUNA VINCULACIÓN CON LO ACONTECIDO?

Hay algunas cuestiones interesantes para analizar luego de producido el sismo.
A lo descrito en el párrafo anterior respecto de la sismicidad inducida, podríamos agregar otros hechos significativos desarrollados durante la ejecución de la obra.
Como es sabido la construcción sufrió múltiples paralizaciones, en una de las primeras, cuando se consideraba un costo cero para el transporte del material granular cuya incorporación se preveía para el muro de cierre, pues era extraído del mismo lugar donde se excavaba para la fundación de la presa, la obra sufrió una paralización, quedando los áridos acopiados, durante un tiempo, a merced de las inclemencias climáticas zonales.
Cuando se reinició la obra se observó en los fragmentos gruesos de la "roca volada", una disminución en el tamaño; los profesionales actuantes, muchos de ellos pertenecientes a Grandes Consultoras, luego de esperimentaciones químicas e investigaciones de laboratorio, determinaron que las vesículas del basalto (formación Serra Geral, cretácico) se presentaban rellenadas por un mineral denominado "celadonita" asociado a ceolitas y arcillas expansivas del tipo montmorillonita. Esta asociación de relleno vesicular, en presencia de un ambiente húmedo se hidrolizaba (incorporaba agua en su constitución), aumentaba su volumen y hacía estallar los fragmentos rocosos, con la lógica disminución de su tamaño.
El paso siguiente fue buscar una masa basáltica carente de la asociación mineral mencionada que pudiera abastecer la obra; la roca apropiada se ubicó a unos 12 km de distancia por lo cual hubo de agregarse, a la obra, un costo originalmente no previsto. De ese modo, según la documentación de archivo,  pudo subsanarse un grave problema, a futuro, para los cierres de la presa. Se desconoce si luego de las primeras pruebas, la roca basáltica siguió siendo investigada y mantuvo las bondades de las primeras extracciones. Las dudas que al respecto me embargan son consecuencia de tener un amplio conocimiento sobre la yacencia  y comportamiento del basalto de la Formación Serra Geral por haber trabajado con ella en la zona de El Dorado y Puerto Piray (Misiones), habiendo comprobado la ocurrencia de celadonita en las vesículas del basalto; queda considerar además al basalto en general, como una roca con un porcentaje alto de porosidad
La obra pudo ejecutarse, lo que no tuvo solución fue la hermeticidad del vaso.
La acumulación de agua ha conspirado en su contra promoviendo una superficie, mucho mayor que la del propio río, para que quede sujeta a infiltración (se trata de basaltos) y descomposición química (presencia de minerales susceptibles de hidrólisis).

LAS FALLAS GEOLÓGICAS EN LA ZONA DE YACIRETÁ

El vaso de la presa acusa la presencia de fallas geológicas por donde el agua del embalse se infiltra hacia capas más profundas. Considerando lo apuntado más arriba, estaríamos en presencia de horizontes que actúan a manera de lubricantes, fácilmente deslizables, más si tomamos en cuenta la carga de materiales sobrepuesta.
Para completar el panorama debemos recordar que tanto el río Paraná como el río Paraguay se encuentran encauzados en una megafractura orientada en posición aproximadamente norte – sur siguiendo el diagrama tectónico general de la mayor parte del territorio nacional.
Según informes de simulación sísmica, previos a la construcción del emprendimiento binacional, éste estaría en condiciones de resistir perfectamente, un sismo del orden de 4,5 grados de la escala Richter.
El temblor del 10 de noviembre de 2009 alcanzó los 3,5 grados de la escala y el muro resistió satisfactoriamente. Algunos reportes mencionan que cuatro grietas se habrían registrado, sin embargo tanto el Ente Binacional Yaciretá como el Intendente Valdez de Ituzaingó han desmentido, terminantemente, esa versión.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Los hechos reales y concretos son:
-          Existen fallas geológicas en el lugar del emplazamiento del embalse;
-          En las proximidades está reconocida una megafractura (falla Paraná – Paraguay;
-          El basalto contiene, accesoriamente, minerales de comportamiento anómalo;
-          Se ha producido un temblor de 3,5 grados de la escala Richter;
-          Estos temblores han ocurrido también, en otras represas en el mundo ¿sismicidad inducida?, Italia en 1952 en las proximidades del valle Di Cadore, India en la década de 1960, etc.
Sería de desear que no desdeñemos a este temblor sin que por ello, vivamos atemorizados por un futuro trágico.
Argentina cuenta con la ley General del Ambiente  (Nº 25.675), a la luz de su articulado, se deberían establecer ciertas pautas para resguardar vidas y bienes ante la posible reiteración de estos acontecimientos.
Carlos Seara
Geólogo
   

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